Desde el balcón del gigante reina el silencio en la mañana. Todo parece pequeño. Pequeño lo grande y lo pequeño invisible a simple vista.
Cada día los colores inician una carrera frenética por encontrar su sitio...
...al alba el sol tiñe el mar de amarillo...

...después llegan las horas disfrazadas de minutos con su atuendo dorado...

...y poco a poco comienza a latir con fuerza el corazón verde en mitad del bosque...
...y lo pequeño se hace grande
y lo grande se encoge...

...luego, más tarde, el inmenso azul flotará sobre un mar de nubes...

...dando paso a las blancas cumbres...
...y cuando llegue el invierno y la Paulonia Regia se desnude, quizá el gigante haga como Lázaro:
se levante y ande
...porque la vida es blanco y negro pero sobretodo es color.
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